Los titulares de capitales cripto no siempre comprenden que la vía convencional, es decir, cumpliendo los requerimientos de los bancos, es la más fácil, la más eficaz y la menos costosa.
Para algunos, el resultado que ofrecen estos esquemas, es decir, dinero fiduciario menos las comisiones de los proveedores de servicios, que no son nada desdeñables, es más que suficiente. Pero al margen del esquema, el capital no adquiere libertad de reubicación, el propio esquema no garantiza que no haya más bloqueos o restricciones por parte de los bancos.
Algunos no tendrán ningún problema con esto, pero está muy claro que cuando el dinero fiat así obtenido se encuentre fuera de su banco actual, será bloqueado sobre la base de la necesidad de demostrar a cada banco posterior la legalidad de la procedencia de los fondos y, en este caso, todo lo que no sean bienes inmuebles despertará sospechas. Los fondos quedarán bloqueados y posiblemente se pierdan para siempre.
Pero siempre hay quien está dispuesto a correr riesgos.